El mundo de la moda y la decoración siempre han mantenido una relación muy estrecha. Viajan en paralelo, pues la decoración se retroalimenta de las tendencias de moda, encontrando su inspiración en la pasarela. De esta manera han surgido colaboraciones entre las firmas de moda más prestigiosas y la estética del hogar, manifestando ambas personalidades en un único elemento.
Como ejemplo, podríamos destacar el hecho que, desde hace varias temporadas, las curvas y líneas conforman un recurso ideal para aportar fuerza visual y carácter al interiorismo, creando ambientes dinámicos y creativos. Las formas geométricas han sido protagonistas en lo referente a los muebles, complementos, revestimientos, alfombras, entre otros, pero, también en diseños de tejidos.
*Además, no todo se basa en la confección y diseño, sino que en la práctica también se pone de manifiesto esta relación. El carácter estacional de ambas es un claro ejemplo de ello. Con la llegada del invierno, hacemos cambio de armario. Guardamos toda la ropa que ya no nos vamos a poner dado el drástico cambio en las temperaturas, al igual que reacondicionamos nuestro hogar para hacerlo más acogedor, revistiéndolo de texturas más gruesas e incorporando ambientes nórdicos.
Es por todo ello que cada vez surgen mayores sinergias entre marcas de distinta índole, que apuestan por un proyecto común con el fin de crear nuevas concepciones que demuestren la eficiencia de esta fusión. Este es el caso de la colaboración de los electrodomésticos Smeg y Dolce & Gabanna, de la creación de sofás Missoni para Designers Guild, de la colección limitada de IKEA y Zandra Rhodes o de las propias marcas que han incorporado la rama de la decoración a su línea, como Gucci, Armani, Versace o Fendi.
Nunca es tarde para unirse, reinventarse y crecer en conjunto.
